A las 07:00 de la mañana hicimos desde Pereje esta etapa con el animo de ascender a O´cebreiro techo de la ruta gallega, etapa de una dureza extrema por sus pendiente, y en la que el tiempo no nos ha acompañado, ya que al poco de iniciar comenzó a llover poco después de las 08:00h cuando pasábamos por Trabadelo y paramos a desayunar para coger fuerzas para la ascensión... leche, zumo y tostadas... y así lo hicimos comenzamos a subir con ganas ya con las capelinas puestas, pero la lluvia arreciaba cada vez mas, por lo que yo tome la decisión que en esas condiciones y conociendo la subida la la Faba, no iba a subir a O´cebreiro a pie, ya que iba a ser terrible, con la lluvia, el barro y cargados con mochilas, por lo que en la gasolinera un poco antes de la Portela, le dije a Pepe que me diera su mochila que a partir de ahi yo seguiría en algún medio motorizado con su mochila y la mía, así su ascensión sería mas cómoda, podría disfrutar bastante mas de ella y yo no iba a sufrirla de nuevo como hace 7 años (aquel día sin lluvia, pero con unos fuertes dolores), y así lo hicimos el afronto el resto de etapa en solitario y yo busque un mochilero, que aparte de las mochilas me subiera a mi, de forma que a las 11;00h de la mañana yo ya estaba en O´cebreiro disfrutando de un buen pulpo, buen ribeiro y una chimenea que hacia muy agradable la espera de mi compañero, que llego sobre las 13:15 habiendo disfrutado de una agradable aunque lluviosa ascensión, ya que tuvo la suerte que las nubes andaban muy altas y las vistas del todo el Bierzo desde la subida eran preciosas y seguramente difíciles de olvidar durante tiempo.
Justo a su llegada, empapado de agua y comenzando a recibir nieve, nos fuimos al bar del centro del pueblo donde lo espere y esta vez nos cogimos como los señores una habitación en el hostal y tomo para entrar en calor una cazo de caldo gallego que le hizo recuperar fuerzas y terminar tranquilo el dío visitando esta bonita aldea con rasgos celtas y tan turística es. Visitamos su iglesia, asistimos a la misa donde fuimos bendecidos como peregrinos por el cura, y después de unos vinos con el Trio de Santa Coloma, nos fuimos a comer a Casa Carolo, acompañados esta vez por Paco el Maño, compartiendo una agradable tertulia y unos calditos gallegos y cocidos, así como merlucita y chuletas, para coger fuerzas para el día siguiente, ante unas previsiones altas de lluvia ( del 95% ) y una gran cantidad de km (39 km), por lo que yo una vez mas decidí que haría de porteador de mochilas y dejaría a Pepe que acabase su camino en solitario.
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